El Coto Escolar Forestal, es uno de los lugares menos conocidos de San Juan de la Nava pero transitado por todos, al menos en su entrada, al ser lindante a la carretera que conduce a El Barraco. ¿No sentís curiosidad al ver la portada?. ¿Qué fue ese paraje sanjuaniego?. ¿Qué significó?.
No fue algo particular del pueblo como otros lugares tratados anteriormente, tuvo este espacio un respaldo oficial, hoy ya histórico, con unos valores dignos de destacar: sociales, productivos, educativos, solidarios… Situémonos en el momento de su creación y los objetivos por los que se hizo:
Por Real Decreto de 7 de agosto de 1911, fue establecida la Mutualidad Escolar, (pese a la propaganda estatal, su implantación se llevó a cabo muy poco a poco)(1). Era una asociación formada por los alumnos bajo la dirección y el estímulo de los maestros. El objetivo principal consistía primordialmente en el ahorro, aunar esfuerzos de todos los escolares, mediante la recaudación de pequeñas cuotas voluntarias aportadas por los mutualistas, para la formación de un fondo. Los fines eran los propios de anteriores Hermandades, Cofradías y “Cotos Sociales”, al disponer del dinero para sufragar gastos para enfermedades, vejez, muerte, etc., de los propios mutualistas y sus familiares. Los objetivos y planteamientos que indicaba la ley eran muy amplios y muy concretos para favorecer ese ahorro escolar.
Lo que se veía, en el día a día de la escuela, era que a los alumnos/as se les abría una libreta de “Dote Infantil”, de cuya gestión y administración se encargaba el Instituto Nacional de Previsión, (organismo anterior al actual Instituto Nacional de la Seguridad Social) donde cada escolar aportaba pequeñas cantidades de dinero, que recogía el maestro e ingresaba en la citada cartilla para ir haciendo un capital, que si no era necesario se recuperaba a la edad de 25 años. Era el resultado de los ingresos efectuados, más los intereses que hubiese devengado, aumentados con ciertas aportaciones, que el Estado en forma de bonificaciones concedía, como estímulo, para apoyar el objetivo educativo que el ahorrar, tenía para los escolares. Mi experiencia en los años 50 y 60 del pasado siglo es, que tenía un funcionamiento continuado pero reducido en cuantías. Los niños de entonces teníamos unas Cartillasde Ahorro y de vez en cuando entregábamos al maestro algo de dinero que él apuntaba en cada unay lo enviaba al I.N.P. Al final de la escolaridad, que venía siendo a los 14 años, esos ingresos de dinero solía verse truncados y había que esperar al proceso de recuperación de la citada “Dote”, que era en la mayoría de los caso muy reducida. Había primado más que la cantidad, el lograr ese espíritu de ahorro, que ampliaba los aspectos educativos recibidos.
Una vez creada la Mutualidad Escolar, se solicitaba la autorización para la fundación del Coto Escolar, como complemento a la misma.
Las escuelas con el apoyo de los Ayuntamientos, solicitaban la creación de los citados cotos escolares.
El Coto Escolar tenía como objeto un trabajo cooperativo entre los escolares que lograse incrementar los fondos de la Mutualidad Escolar y también que los Centros Educativos consiguieran algunos ingresos para desarrollar su actividad docente.(2)
Muy interesante sería conocer la trayectoria educativa y de ahorro de estas dos intervenciones a realizar en el entorno escolar y local, pero la idea es dar a conocer algún dato del Coto Escolar Forestal “Manuel Aulló Costilla” de San Juan de la Nava.
No conocemos datos de su creación, pues no se han encontrado, ni en el antiguo Instituto Nacional de Previsión de Ávila, ni en la Dirección Provincial de Educación, tampoco en el Ayuntamiento, donde debería haber algún acta de cesión de terrenos formando parte del Expediente.
Por los datos sacados de la numerosa legislación existente en el ámbito nacional, se deduce que en el año 1951 se crearon en Ávila, 11 cotos escolares y 2 en 1952. En todo el Estado fueron 734, se supone que a partir de esas fechas se fue ampliando aun más llegando hasta la década de los años sesenta, (años en los que se constituye el de San Juan de la Nava). El recuerdo de los escolares sobre esas fechas es muy reducido, algunos comentan que en años posteriores iban haciendo un paseo escolar a los terrenos del Coto Escolar, para realizar alguna actividad propia de esas salidas educativas.
Hubo varios tipos de cotos escolares según las funciones que cada uno desarrollaba: agrícolas, forestales(3), frutícolas, avícolas, apícolas, industriales y piscícolas, entre otros. Hubo cotos que alcanzaron un gran desarrollo en el aspecto económico, otros menos y se basaron en aspectos educativos y recreativos, con aportaciones de pequeños ingresos para las escuelas que los regían.
Éste es el caso del Coto Escolar Forestal Manuel Aulló Costilla de San Juan de la Nava. Ocupa la parcela 404 del término municipal(4), es propiedad como decíamos del Ayuntamiento de San Juan de la Nava, cedida al instituto Nacional de Previsión para poner en marcha el proyecto.
Limita por el Este con terrenos de El Barraco, donde se encuentra también su Coto Escolar Antonio Lleó, por el Norte la carretera de Ávila N-403, por el Oeste con parcelas particulares y al Sur con la carretera AV-905 que conduce a El Barraco, (cerca del cruce), donde se ubica la puerta principal construida con dos pilares de piedras de granito, que alojan el nombre del mismo: «Manuel Aulló Costilla«(5).
El nombre del Coto se puso a petición del Ingeniero de Montes que llevaba los terrenos de San Juan de la Nava y de la zona, Manuel Aulló Urech(6) sugirió que se pusiese el nombre de su padre Manuel Aulló Costilla, una persona muy conocida por su trayectoria profesional, (Alicante,1883-Madrid,1959) ingeniero de Montes, Profesor de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes Vicepresidente del Consejo Superior de Montes.
Se repobló de pinos y chopos, de ahí su nombre genérico. Los beneficios de la venta de la madera y el arrendamiento para uso ganadero se invertían en material y mejoras en la escuela. Es posible por los vagos recuerdos que se tiene su funcionamiento no llegara a calar plenamente, pero al quedar constancia del espacio físico de su existencia, he querido conservar el recuerdo de un proyecto que tenía objetivos muy interesantes, así como su pequeña historia local.
Manuel Aulló Urech, se sentía muy vinculado al pueblo y a la zona, con buenas relaciones con el Ayuntamiento, tal es así que al morir en el año 1999, la familia trajo sus cenizas y las enterró en el Coto Escolar.
Posteriormente también acogió las cenizas de su esposa. Actualmente un hijo suyo, nieto de Dº Manuel desarrolla su labor profesional como ingeniero de montes, también en la Diputación Provincial de Ávila.
Hasta aquí este breve recuerdo de un proyecto educativo, (una experiencia pedagógica, social y económica), que infundió, como hemos visto, valores importantes entre la población escolar de aquellos años. Al desarrollar ahora en los colegios la Fiesta del Árbol es agradable ver en muchas zonas, bosques escolares plantados en aquellos años.
Actualmente el terreno sigue siendo propiedad del Ayuntamiento que lo arrienda para pastos a los ganaderos del pueblo.
Un saludo: Juan García Yuste
Notas:
(1) Las Mutualidades Escolares se declararon obligatorias por Real Decreto de 20 de septiembre de 1919.
(2) Había también reconocimientos oficiales para los trabajos realizados en estos proyectos, tanto en el establecimiento de la Mutualidad Escolar como por la constitución de Cotos Escolares. Anualmente se concedían premios a los colegios que destacaban y reflejaban en sus Memorias. Igualmente para el profesorado, éstos con puntos especiales para sus Concursos de Traslados y demás aspectos de su vida profesional.. Así consta en numerosas Órdenes Ministeriales incluidas en los Boletines Oficiales del Estado, a lo largo de los años cincuenta y se sesenta del siglo pasado.
(3) Los cotos escolares forestales, a diferencia de los agrícolas, (de los que se obtiene frutos a corto plazo), tienen el objetivo más lejano, por tener que cuidar el bosque, conocer las especies, efectuar plantaciones y aprender los beneficios que aporta el arbolado.
(4) Parcela nº 404 del Catastro, con una extensión de 3, 6383 ha. Al límite del Término Municipal.
(5) (Alicante 1883-Madrid 1959) Ingeniero Forestal, Profesor de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes, Vicepresidente y Presidente del Consejo Superior de Montes (1952). Arqueólogo, Director de numerosas excavaciones arqueológicas. Fundador y director de la “Revista Fitopatològica” y autor de numerosas publicaciones de investigación, entre otros méritos.
(6) Director ingeniero de Montes, desde 1952 a 1956 estuvo destinado en el Distrito Forestal de Ávila. En 1972 fue nombrado, primero, Secretario General del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) y posteriormente Director del mismo. Presidente del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentación.