Una vez más es necesario volver a destacar nuestro entorno pétreo, por su belleza, su abundancia, otras veces por sus signos, su información, a veces su misterio su significado,…como la pila de Santa Yusta, las tumbas medievales, las piedras caballeras…, ya citadas en otras ocasiones.(1)
Tal vez algún día San Juan de la Nava provoque el interés necesario para llamar la atención de nuevos senderistas, turistas o simplemente visitantes. que propongan como objetivos: Recorrer los viejos molinos de La Garganta, la ruta del camino de la Avellaneda para ver la Cuna del Moro y su cercano despoblado, ya en el término del El Barraco, o la ruta de los enterramientos de Santa Yusta y las formas berroqueñas del llamado “Santuario vetón”, la pila, etc., la ruta de las piedras inscritas, alrededor del pueblo o la nueva, más lejana, del Valle de Iruelas que hoy me permito proponer…
Una vez más el objetivo es dar a conocer nuestro patrimonio y estimular la curiosidad de mis paisanos…, así como “ponerlo en valor” como se dice ahora, tal vez sea demasiado pretencioso, por ello, es necesario destacarotros “conglomerados graníticos” que por su peculiaridad debemos tener en cuenta.
En la zona del Cerro Morales cerca del Portacho de Trampalones en el término de San Juan de la Nava (2) a escasos metros de un refugio y de los restos de la torreta de incendios que fue trasladada ya hace tiempo a Cabeza la Parra, visible a lo lejos en dirección Este, existen tres conglomerados de piedras: Uno representa una especie de monstruo marino, una ballena tal vez, se encuentra aproximadamente en las coordenadas: (40º 24’ 09´7” de longitud y 4º 37’ 43´3 de latitud con (+ – 8m.) a unos 1.321 metros sobre el nivel del mar.
Con ésta inscripción al lado, a modo de fecha o firma:
Unos pocos metros más hacia el Este existe otra piedra que representa un busto de mujer (recuerda por su volumen y robustez a las famosas esculturas de Botero), situada en (40º 24’ 10´9” de longitud y 4º 37’ 36´8 de latitud con (+ – 9m.) a unos 1.320 metros, con otra inscripción igual a la anterior: Unos metros hacia el Oeste, (40º 24’ 10´4” de longitud y 4º 37’ 34´6 de latitud con (+ – 8m.) a unos 1.321 metros también, se encuentra otra roca que parece recordar una especie de tortuga con otra inscripción similar detrás:
Todas ellas, inicialmente tuvieron algunas zonas policromadas y aun se conserva parte del color en algunos pliegues de sus cuerpos, en la boca de la tortuga y los ojos de la ballena, son de un tamaño considerable que puede ir aproximadamente desde los 6 ó 7 metros de la ballena, 4 metros de la tortuga y dos metros del busto de mujer.
Como curiosidad merece la pena visitar el lugar y como complemento de la ruta, girar en redondo los pies y ver una panorámica magnífica del Valle de Iruelas, con el pantano de El Burguillo abajo y a lo lejos los núcleos de población de nuestro pueblo, San Juan de la Nava, también El Barraco, Navalmoral, Navaluenga y en días claros Navandrinal, San Juan del Molinillo,…realmente admirable.
Estos terrenos forman parte de la Reserva Natural del citado Valle protegida por la variedad de su fauna, especialmente por encontrarse entre ella el buitre negro (declarado en extinción) y el águila imperial, que todos debemos respetar, por lo que la subida al paraje suele ser con permiso de los guardas.
Parece ser; según cuentan personas que trabajaron en esos montes, que en la mitad del siglo pasado (primeros años de la década de los 50) junto al lugar ya había una torreta, como se indicó, para la vigilancia contra incendios…, también un pequeño refugio; llegaron en verano dos o tres jóvenes obreros para hacerse cargo de ese servicio de observación y vigilancia, con sus mentes inquietas y ociosas, al ser un trabajo de guardia permanente, se dieron cuenta de las formas caprichosas que tenían ciertas piedras, dejaron volar su imaginación y recordando ahora el trabajo que ha hecho recientemente en las piedras el pintor vasco Agustín Ibarrola, en la finca…’Garoza de Bracamonte’ de Muñogalindo (Ávila), decidieron resaltar con un trabajo, mezcla de escultores y pintores, unas rocas graníticas que les decían algo, quisieron dedicar su tiempo y de una forma lúdica dejar su impronta mostrando unas formas curiosas, simpáticas y sin duda atractivas; tal vez pudieron hacerlas al no ser un lugar de fácil acceso pues en su momento se lo hubieran prohibido. Pero ahí están y por ello es necesario darlas a conocer como algo curioso y nuestro, dentro del término, desde donde como digo se ve un bello paisaje con San Juan de la Nava en la distancia y se siente como nuestro.
El Valle de Iruelas fue para los sanjuaniegos, sobre todo un lugar donde se conseguía trabajo, alrededor de sus pinos, al extraer la resina, en las talas de pinos programadas y en la vigilancia estival….también ha sido un medio de obtener fondos para el Ayuntamiento, hoy los ingresos son menores, se obtienen de las posibles subvenciones por formar parte de la Reserva, pero ahí está y es necesario cuidar…
¿Os animáis?…
Vamos a conocer esas formas caprichosas de la piedras del Valle de Iruelas…, eso sí, cuidando la Naturaleza circundante, es nuestra, de todos y debe ser de nuestros descendientes….
Un saludo… Juan García Yuste.
NOTAS:
(1) Página Web de San Juan de la Nava: http://roble.pntic.mec.es/jgarci41/
(2) Monte nº 85 de unas 325 ha. de extensión, en el Valle de Iruelas.
.- Agradecer la colaboración de Valentín García Varas, Máximo López Sanz, José Luis Varas Yuste y Miguel Sánchez Jiménez.