UN POCO DE HISTORIA
San Juan de la Nava por su situación geográfica forma parte del Valle del Alberche. Desde la conquista de Toledo en 1085, la cuenca sufrió un proceso de ocupación del territorio por nuevos pobladores procedentes del norte, tuvo características peculiares durante la dominación islámica. El carácter fronterizo y su función de lugar de paso, fueron factores fundamentales a la hora de organizar espacios durante la Baja Edad Media. lo que obligaba a mantener una zona defensiva que a veces era muy inestable.
Los primitivos asentamientos en el Valle, anteriores al siglo XII ya estaban apuntando los aspectos que se conocen. La ganadería fue la actividad fundamental, la colonización se produjo tardíamente y su punto inicial fue protagonizado por el desarrollo del comercio y de cultivos, viñedos o explotaciones forestales con destino al mercado abulense o toledano (vino, carbón, corteza para curtir, madera, resina…), ya en el siglo XV se generalizó esta tendencia de ir ganando terreno a los montes.
Existen datos de asentamientos en: Navacarros, Navalmulo, Santa Coloma (Santa Polonia), Morueco (Chorro Morueco). destacando también el yacimiento de tumbas excavadas en las rocas de Santa Yusta y «la Pila de sacrificios».
LA BOLA DEL ROLLO
El “Rollo” jurisdiccional de San Juan de la Nava, está emplazado en la Plaza de San Sebastián donde había una ermita bajo la advocación del ese santo.
En la Real Cédula fechada en El Pardo el 1 de abril de 1773, el rey Carlos III confirió a San Juan de la Nava el título de Villa, “con jurisdicción civil y criminal alta y baja mero mixto imperio”.