Hace unos años, en otro escrito, al describir la situación general de San Juan de la Nava, incluí este párrafo:
Al Canto » La Nía», los de Justicia(1) iban a “calzar” la piedra para que no se cayera, lo celebraban el día de San Juan… ¡ Calzan la Nía!, (era el dicho). De ahí debe venir el dicho simpático de que: «…En San Juan de la Nava calzan las piedras con jamones”.
Muy breve y poco justificado ese curioso comentario, oído entre las personas más mayores del pueblo, mezcla de leyenda y realidad. Es ahora el momento de aportar más datos sobre el tema y exponerlos, para conocimiento de todos.
San Juan de la Nava está situado, a los pies de La Solana. En la falda sur del Cerro de la Chorrera, de 1.382 m., está cubierta de un gran berrocal de granito, con muchos lanchares y piedras caballeras de gran belleza y por debajo del pinar contiguo se encuentra todo el caserío sanjuaniego. Siempre da pie, a la posibilidad remota, de algún desprendimiento rocoso, que pudiera producir daños personales o materiales.
En la memoria de algún sanjuaniego o sanjuaniega, están los recuerdos de algunos de esos desprendimientos. Sirvan como ejemplo, en fechas no muy lejanas, los ocurridos en la cercanía del “Huerto Redondo”, cercano a la fuente de “La Cañada” y otra roca desprendida, visible aun, en la “Vereda del Veneruelo”.
De igual modo, en fecha anterior al año 1900(2), pero de mayor volumen fue la caída del “Canto de la Nia”.
El historiador Abelardo Rivera en su libro Guía Geográfica Histórica de la provincia de Ávila de 1927, al dar los datos de San Juan de la Nava dice: “Hay una costumbre tradicional, que consiste en celebrar fiestas los días 27 de enero(3) y 6 de mayo, a San Juan Apóstol, conmemorando el hecho de haber rodado, hace muchos años, una piedra de enormes dimensiones, desde la cumbre del cerro, a cuyo pie se asienta el pueblo, dicha piedra paró repentinamente delante de la primera casa de la villa y fue verdaderamente milagroso que no ocurrieran desgracias personales, ni materiales”. Son datos que quedan para la historia de nuestro pueblo.
Pero hay otra información relacionada que completan estos datos. Resulta, que efectivamente “los de Justicia” según consta en las Cuentas del Ayuntamiento al menos, de los años anteriores y posteriores al citado año de 1900, presentan unos gastos por la invitación que hacían en esas fechas, ratificando así lo expuesto anteriormente:
Roca desprendida en la «Vereda del Veneruelo
.-Año 1864: Recibo de misas votivas de los días 27 de enero y 6 de mayo a San Juan Apostol y San Juan en Portam Latinam(4), respectivamente, también referido al Evangelista. (Igualmente pagaban los actos religiosos de Semana Santa y fiestas de la Virgen del Rosario).
.-Año 1905: Recibo de los gastos del convite de colaciones dadas al Ayuntamiento y funcionarios municipales, en la festividad de San Juan Apóstol y San Juan ante Portam Latinam.
Canto de la «Nía», en la calle Cantón
La calle donde está situada esta gran roca, desde su caída, se llama Cantón, nombre en aumentativo de “canto”, posiblemente como otros nombres topónimos peculiares, dando información complementaria de los hechos citados. Igualmente el nombre de la piedra: “Nía”, en su evolución: “Nida”- “Nido”, es fácil aventurar, que siendo ese su nombre y proceder de lo alto de La Solana, pudo alojar algún nido de aves rapaces… Actualmente esta piedra, se ha quedado muy reducida, por el arreglo de la calle y también al haber construido junto a ella una bodega o un pajar, propiedad de Toribia Peral García y sus descendientes.
Como vemos, llega un momento en que la historia roza la fantasía, pero los hechos son esos, abiertos a nuevas informaciones o a otros datos, que puedan completar o dar forma a todo lo expuesto hasta aquí.
Un saludo: Juan García Yuste.
Notas:
(1) Alcalde, juez y concejales.
(2) Según consta en las Cuentas del Ayuntamiento. No sólo en ese año, también otros anteriores y posteriores, (son de los que se tiene datos).
(3) El Santoral de la Iglesia Católica indica que San Juan Evangelista es el 27 de diciembre, posiblemente el cambio se fundamenta en santificar la fecha de enero, por las posibles caídas de las piedras.
(4) San Juan en Portam Latinam, es una advocación de San Juan Evangelista.
Cuenta la tradición cristiana que San Juan Evangelista, a edad ya muy avanzada, fue obligado a trasladarse a la capital del Imperio, y una vez en Roma el emperador ordenó someterle a martirio en un caldero de aceite hirviendo, lo cual se llevó finalmente a cabo ante la Puerta Latina («ante Portam Latinam»).- la entrada suroriental de la ciudad de Roma-. Sin embargo, lo asombroso del caso es que San Juan no sólo salió indemne del suplicio, sino que al parecer salió rejuvenecido del trance. Estos hechos ocurrieron, según la tradición, un 6 de mayo del año 95 d.C. Después de estos hechos, San Juan fue deportado a una isla griega donde, poco antes de morir, escribió el Apocalipsis.
*.- Quiero finalmente agradecer también la estimable información recibida de Valentín García Varas.